Hemos hablado muchas veces sobre cómo el branding es la solución obvia a nuestros problemas de identidad, -corporativa, se entiende,- y también la mejor forma de conseguir que lo que queremos reflejar acerca de nuestra marca sea lo que el usuario perciba como mensaje. Asimismo, ya sabemos que el rebranding no es otra cosa que una actualización de ese mensaje, generalmente dirigida a cambiar de target o a ampliarlo.
Pero, ¿qué podemos hacer cuando no contamos con un presupuesto lo suficientemente grande como para poner en marcha una campaña de branding? ¿Dejamos nuestra imagen tal y cómo está y rezamos todo lo que sepamos para que nuestros clientes se fijen en nosotros? ¿O nos hacemos una limonada estupenda aunque nuestros limones sean del tamaño de una aceituna? ¡Ah! Pues, lo de la limonada, claro.
A ver, no por nada, sino porque el que no arriesga, no gana, y que no tengamos muchos recursos monetarios no implica que no podamos tenerlos creativos. ¿Qué hacer, pues?
¿No nos podemos permitir el branding?
Antes de nada, que conste que el branding es fundamental y que siempre, siempre, siempre debemos hacer un esfuerzo económico para contratar a una agencia o a un profesional que gestione nuestra estrategia. Pero siempre hay apaños creativos MOMENTÁNEOS -y recalcamos lo de momentáneo, porque sin branding los resultados nunca van a ser tan buenos como con él,- que se pueden hacer* antes de hacer branding.
- La elaboración de creatividades vistosas para las redes sociales.
- Un giro en el tono utilizado en RR.SS.: de rígido a cercano.
- Guardar coherencia entre las creatividades y el tono escrito.
- Acciones de RSC (Responsabilidad Social Corporativa): y, qué duda cabe, anuncio de dichas acciones en redes.
En cualquier caso, y aunque te estamos aquí dando consejos para renovar tu imagen te los damos pensando que, aunque no tengas presupuesto para branding, sí que lo tienes para diseño y redes sociales. Porque… ¡bingo! *Lo ideal es que las creatividades y las redes te las lleve alguien que sepa lo que está haciendo. Y es que, en ambos casos, pero especialmente en el de las redes, si tu cliente detecta el más mínimo tufillo a ‘venta’, huirá de ti como de la peste. Y, asimismo, si la imagen de tus creatividades no es profesional, olvídate de que te tome en serio.
De todos modos hay una opción más que conveniente para hacer branding -y este sí, de verdad- de forma económica. ¿En qué consiste? En establecer prioridades y trabajar en nuestra campaña de branding poco a poco, por fases, viendo qué necesitamos con más urgencia y qué puede esperar. Fácil, ¿no?
Branding por fases
Por ejemplo: supongamos que tú, -sí tú-, tienes una Pyme y sabes que necesitas un empujón para vender más, pero no sabes hacia dónde dirigirte. Supongamos, también, que en tu empresa no tienes a nadie especializado en marketing, ni en redes sociales, ni en diseño, ni en branding. Lo que harás, o, al menos, lo que deberías hacer, es acudir a una agencia para que analicen tus necesidades, ¿verdad?
Bien, pues suponiendo que vinieras a Maldon y que detectáramos que tienes una necesidad relativa al branding, pero no tienes suficiente presupuesto para realizar una campaña completa, lo que haríamos es analizar cuáles son tus prioridades, y ponernos a ellas, poco a poco, a tu ritmo y de acuerdo con tus posibilidades. Y eso lo haríamos, claro, valorando el coste vs. el impacto resultante de mejorar tu imagen.
Dependiendo del resultado de los análisis, las prioridades determinarían qué tocar, y qué dejar cómo está.
- Una necesidad habitual suele ser el logo. Tras un cambio de logo, sin embargo, es muy importante establecer una coherencia visual en todas las comunicaciones: vamos, que hay que tomarse el trabajo de modificar la imagen de todos los medios a través de los que te comunicas con tus clientes.
- Otra de las necesidades más típicas es la imagen de la página web. Y el tono de escritura, en la mayoría de los casos.
- Confección de un dossier y diseño de papelería. Ya sea en cuestiones relativas -una vez más- a la imagen del logotipo, o a tipografía, disposición del texto, contenido…
- La imagen y contenido de las redes sociales suelen ser fundamentales a la hora de trabajar en el branding o re-branding de una empresa.
Y hay muchas otras cosas en las que se pueden trabajar, poco a poco, sin necesidad de hacer una campaña completa. ¡Las posibilidades son infinitas!
Lo que sí que no te recomendamos es que intentes desarrollar tu propio branding sin saber lo que estás haciendo, porque aunque parezca fácil, no lo es. Y, de hecho, puede ser contraproducente. Porque, ¿qué pasa si queremos cambiar la percepción que los clientes potenciales tienen de nuestra marca/empresa y lo que hacemos es cambiarla a peor?

Bueno, pues dicho todo esto, lo mejor que puedes hacer, siempre, es pedir ayuda externa para complementar tu visión. A no ser que tengas experiencia extensiva en marketing creativo y/o diseño, claro. Pero si no es así, ya sabes dónde estamos y estaremos encantados de asesorarte.