El Email Marketing es una de las técnicas de Inbound Marketing cuya finalidad es la de atraer visitantes a nuestra web y fidelizarlos. Se trata de una forma directa de comunicarnos con nuestros clientes reales o potenciales -a través de e-mail-, para venderles nuestros productos de forma indirecta.
Hay quien piensa que se trata de una herramienta que está anticuada, que ya no funciona, y que, tan sólo con usar las redes sociales es suficiente. Pero nosotros no pensamos así, entre otras cosas porque el Email Marketing tiene unas tasas de conversión bastante altas, y no sólo eso, sino que, además, su ROI es muy elevado.
Lo que sí que no funciona es hacerlo mal. Nos explicamos: para hacer un buen Email Marketing hay que segmentar bien, no interrumpir y tener en cuenta al usuario y lo que busca con técnicas como el lead nurturing a través de la que, como ya os contamos anteriormente, encontramos al cliente al que, de verdad, de verdad queremos cuidar para siempre, o hasta que nos deje.
Las claves para hacer un Email Marketing que «quite el sentido»
Siendo sinceros, ¿qué e-mail abriremos antes sin dudarlo ni un segundo? ¿el que nos mande un buen amigo o el que nos haga llegar una compañía? Está claro, ¿no? Bueno, a no ser que hayamos tenido una historia desagradable con ese amigo o que estemos esperando un mail específico de esa compañía, pero, en términos generales, la respuesta es simple.
Total, que a lo que hay que aspirar es a que nuestros clientes estén deseando recibir nuestros e-mails. Que nuestros usuarios nos consideren amigos, y no sólo una compañía despiadada que está tratando de sacarle los cuartos. Y una de las cosas más importantes que podemos hacer al respecto de eso es bajar el tono empresarial y escribir como lo haríamos a un amigo.
- No hay que comunicarlo todo: Vamos, que sólo mandemos un mailing cuando tengamos algo importante que decir.
- Hay que ser directo y franco. Es decir, que si enviamos un mail para tratar de vender algo, no hay nada de malo en ser claro al respecto.
- Emplear un tono personal: que nuestros usuarios se sientan como si el e-mail enviado estuviera dirigido sólo a él.
- Personalización sí, pero ¿hasta qué punto? Es bonito, ¿verdad? cuando nos envian un mail dirigido a nuestro nombre. A nadie más que a nosotros. ¿Verdad, Matilde? ¿A qué sí, Matilde? Matilde, ¡no pierdas esta oportunidad! Matilde se nos fue al tercer Matilde. Con un par de menciones, basta.
- Sí a la empatía. Hay que empatizar con los usuarios, llegar a ellos, hacerles sentir que no están solos, y, sobre todo, preguntarles cómo puedes ayudarles.
- Escribir asuntos atractivos. Eso es de cajón: nadie abre un mail cuyo asunto no le atraiga. A no ser que lo esté esperando. Algunos consejos: usar emojis divertidos o vistosos, prometer algo interesante, utilizar palabras con peso emocional, usar números, y ser original. Incluso arriesgado.
Ya tengo usuarios fieles, ¿y ahora qué?
Pues ahora hay que mantener la relación y atención con ellos. He aquí una serie de consejos para conseguirlo:
- Los textos, cuanto más cortos, mejor. Que la gente no tiene tiempo de leer biblias.
- El tono ha de ser muy personal y humano. Encuentra el tono de voz de tu empresa y cíñete a él.
- Formular preguntas a los usuarios es siempre una buena idea, ya que hace que el usuario se sienta parte de la conversación.
- Las despedidas han de ser frescas. Que no suenen prefabricadas y siempre a lo mismo.
Porque, seamos, una vez más, sinceros. Tenemos el buzón de correo a tope. Todos. Así que, ¿por qué nos habría de interesar una nueva newsletter, un nuevo boletín, una nueva oferta? Eso es lo que tenemos que lograr: que el mensaje que enviemos sea lo suficientemente interesante como para destacar entre los demás.
Esperamos que os haya gustado este artículo. Y ya sabéis que si necesitáis más consejos o ayuda sobre éste u otro servicio de Marketing estamos aquí para escucharos. ¡Incluso para escribir un post al respecto si sirviera de ayuda!
Porque ya, por curiosidad, ¿sobre qué querríais leer? Aceptamos sugerencias.
¡Gracias!