El pasaporte es un documento público, personal, individual e intransferible expedido por los órganos competentes de cada país y que sirve para acreditar la identidad y nacionalidad de los ciudadanos fuera de su territorio. Igualmente, lo utilizamos también para viajar a otros países, aunque a veces debamos acarrear documentación de apoyo según el país al que viajemos, y el país del que procedamos.
A pesar de que se trata de un mero documento de identidad, inconscientemente solemos asociar el pasaporte con el concepto de libertad. Porque con él en nuestro poder nos sentimos libres para salir de nuestro entorno habitual y adentrarnos en otros. Con su simple presentación en una ventanilla que marca la casilla de salida, y su entrega para ser sellado en la de llegada, somos libres de transitar por mundos que no son los nuestros.

Bueno… ejem, ejem: dejémosnos de romanticismos, que la «libertad» tiene un precio… Porque el que tiene la suerte de tener un pasaporte europeo, -por poner un ejemplo de una de las procedencias más privilegiadas en cuanto a libertad de tránsito-, tiene un tesoro. Pero en otros muchos casos, -la mayoría-, la libertad de movimiento es una entelequia.
Quizá por eso, por su doble condición de permiso y restricción, se trata de un documento generalmente sobrio en su exterior, y un poco más creativo, en algunos casos, en su interior. O a eso se está tendiendo…
Más creatividad y más seguridad en los nuevos diseños
Y es que algo está cambiando en el mundo del diseño de pasaportes. Porque a la mejora de las medidas de seguridad relativas a sus lecturas, se une, también, la mejora de los diseños. Veamos varios ejemplos:


- Uno de los diseños más populares de los últimos tiempos es el del nuevo pasaporte noruego, que fue elegido y aprobado a finales de 2014 en concurso público. Predominan en él los colores claros y los paisajes naturales, y destacan los tintes que evocan una aurora boreal bajo la luz ultravioleta.
- El pasaporte finlandés muestra en su interior a un alce que avanza conforme se pasan las páginas. Este vídeo de YouTube en el que se muestra el efecto óptico que se produce al pasar las páginas a una velocidad relativamente rápida, es uno de los más visionados de los últimos tiempos.

- En 2008, en Nueva Zelanda decidieron reducir el escudo de armas y le dieron más protagonismo a una hoja de helecho plateada en la cubierta de su pasaporte.



- Aparentemente clásico, el de Canadá es una fiesta bajo la luz ultravioleta. ¡Vivan los fuegos artificiales!


- En Colombia acaban de estrenar nuevo pasaporte para incorporar en el documento unos mecanismos de seguridad más rígidos. En su interior destacan los dibujos de especies de fauna y flora autóctonos que reaccionan bajo la luz fluorescente.


- 24 vistas diferentes del Fuji dibujadas por el afamado ilustrador Hokusai adornarán las páginas del nuevo pasaporte japonés, cuya producción comenzará en 2019, de cara a las Olimpiadas de 2020.

- El de Suiza es un claro ejemplo de los cambios que se están produciendo en el diseño de nuevos pasaportes. Los colores vivos y cálidos tanto en su exterior como en su interior, son su seña de identidad.


- Que la fauna autóctona sea la gran protagonista del pasaporte australiano no creemos que tome a nadie por sorpresa. Y es que, además, ¿a quién no le gustan los canguros? 🙂
En Maldon aún no diseñamos pasaportes, aunque no nos importaría en absoluto. (Desde aquí hacemos un llamamiento a todos los países del mundo para que nos encarguen el diseño del pasaporte más bonito y seguro del mundo).
Y mientras nos llaman, queremos aprovechar para deciros que no sólo de pasaportes vive el diseño, y que nosotros, por diseñar, diseñamos de todo. Así que aquí nos tenéis, ¡y no sólo para vuestras necesidades de Tecnología y Marketing! (Que también).
¡Buen viaje!