¿Que de qué hablamos? ¡De algo nuevo! El flywheel, que, para que lo entendamos bien no significa otra cosa que ‘volante’. Pero, ¿en qué consiste? Vamos a verlo.
¿Qué es eso del Flywheel?
Sí, ya sabemos que es un poco confuso, así que vamos a intentar desgranarlo.
La sorprendente declaración que en el llamado funnel había «grietas» la hizo Halligan durante el Inbound18, una de las conferencias de marketing, ventas y tecnología más importantes a nivel mundial. En concreto, habló de dos «grietas». A saber:
- La primera radica en la crisis de confianza que los clientes tienen en las ventas y en el mercado, ya que, según él, no se trata de la calidad del producto, sino de cómo se trata al usuario de cara a venderle el mismo.
- La segunda incide en que el embudo de ventas pierde su energía una vez se llega a la venta, ya que no considera el papel de los promotores.
Y es que, para el CEO de Hubspot, el papel de los promotores es esencial, ya que constituyen, ni más ni menos, que la voz más influyente de cara a que el cliente potencial tome la decisión de compra. Porque, al fin y al cabo, los promotores son las personas que ya tienen el producto y siguen estando «fidelizados.»
Aunque hemos traducido burdamente flywheel por ‘volante’, tratemos de verlo como una rueda cuya tarea es, fundamentalmente, lograr que la energía se haga más y más eficiente. La cantidad de energía que se genera depende mucho de la rapidez de giro de la rueda y de la fricción que se le presente a la misma. Viéndolo así, podríamos imaginar que el flywheel es un proceso circular en el que los clientes alimentan su crecimiento.
El cliente, pues, es el máximo protagonista de este modelo cuyo enfoque radica en defender sus necesidades y crear una experiencia basada en la fidelización, de forma que se favorezca la incorporación de nuevos clientes. Porque al centrarse la energía en la parte de la fidelización, el resultado es un win-win tanto para el cliente como para la empresa.
Total, que sin comerlo ni beberlo -bueno, no creas, que hay que trabajar mucho para llegar a este punto, ¿eh?-, nuestro cliente se convierte en el mejor promotor de nuestra marca/producto/servicio. Y esto ocurre porque, simplemente, nos centramos en él, y no en nuestro producto.
Debemos establecer los procesos en nuestra empresa que mantenga al cliente en el centro en todo momento, incluso en la etapa de post-venta manteniendo el contacto con el cliente y conseguir que sigamos pendientes de sus inquietudes y necesidades. Con ello mejoraremos el nivel de retención del cliente convirtiéndose en el verdadero motor de crecimiento de las empresas.
Entonces, ¿qué? ¿Pasamos del funnel y nos pasamos al flywheel?