Defunción 2.0: La muerte ya no es lo que era

COMPARTIR

Decía San Agustín que morirse no es nada importante. Y eso es bien cierto para el que muere, porque todo lo que en vida le preocupaba ya no importa en absoluto. Pero ¿qué pasa con los que el que se va deja atrás? Porque, por lo general, y a no ser que seamos unos personajes inmundos, dejamos en tierra a personas que sufren porque ya no estamos con ellos. Que ya no pueden vernos todos los días, ni hablar con nosotros, ni escribirnos y esperar una respuesta.

El sufrimiento por la pérdida de nuestros seres queridos es inevitable, y tan sólo el paso del tiempo puede, si no acabar con él, al menos mitigarlo. Pero hay unas cuantas formas en las que el que se marcha puede hacerle la vida un poco más sencilla al que se queda. Una de ellas es dejar cumplimentado un testamento vital, o lo que es lo mismo, dejar claro lo que queremos que ocurra con sus órganos al morir. Otra, dejar testamento legal, o lo que es lo mismo, dar a conocer su voluntad mediante notario. Y otra, más adaptada a los nuevos tiempos, es dejar lo que conocemos como testamento virtual.

¿Qué es el testamento virtual?

El testamento virtual es una manifestación de nuestra voluntad en referencia a lo que queremos que se haga con nuestra información confidencial. El PIN de nuestras tarjetas, la contraseña de acceso a nuestra entidad bancaria, pólizas de seguros y sus condiciones o los códigos secretos de nuestras cajas de seguridad, si las tuviéremos, son algunos de los tipos de datos que pueden incluirse en el testamento virtual. Pero también hay otro tipo de datos que aunque, a priori podrían no parecer de importancia, ha de tenerse claro cómo queremos que se gestionen cuando no estamos: nos referimos a nuestras contraseñas de correo electrónico y de redes sociales.

Así, en los últimos años han ido proliferando las empresas que ofrecen la posibilidad de escribir un testamento virtual online, indicando a quién queremos pasar nuestros datos y lo que queremos que pase con nuestra información digital. También empresas como Facebook y Google ofrecen la posibilidad de designar, de forma gratuita, a una persona para que nos gestione, o borre, nuestras cuentas, cuando nos marchemos.

Testamento VirtualEl administrador de cuentas inactivas de Google es muy sencillo de utilizar
testamento virtual
El administrador de contactos de legado de Facebook nos permite designar a un heredero e indicarle lo que queremos que haga con nuestra cuenta.

Y es que, aunque es cierto que morir no es importante, los datos que dejamos atrás al irnos, sí lo son. ¡Y más vale que tengamos claro qué queremos hacer con ellos! Nosotros en Maldon ya hemos hecho nuestro testamento virtual, porque… ¿por qué no? Persona prevenida vale por dos, ya sabes. 🙂

¡Feliz Día de Todos los Santos! Hombre, claro que este post venía a colación de algo, ¡pues menudos somos!